El evangelio de la arepa
“Id por todo el mundo y proclamad el evangelio”, fueron las palabras de Jesús en el Nuevo Testamento, así de la misma forma tomaron al pie de la letra los venezolanos, que emigraron por los problemas económicos, al alimento más preciado y arraigado de su país, la arepa.
La arepa es el plato más emblemático de Venezuela y forma parte de la cocina prehispánica (junto al casabe, hecho a base de yuca) y está basada en uno de los dos alimentos ancestrales de Venezuela, el maíz.
“Es un pan que viene mencionado desde los primeros anales de nuestra sociedad, y que con el transcurso del tiempo y los cambios técnicos que han surgido se ha convertido, en nuestra época, en una de las más suculentas y nutritivas opciones de la comida rápida”, cuenta el investigador venezolano José Rafael Lovera en su libro Gastronaúticas (2006).
La arepa es un alimento versátil que se extendió por todo el territorio nacional y tomó diferente maneras de elaboración en cada estado, los zulianos por ejemplo las hacen de maíz pilado y fritas con pernil de cerdo en su cocción, mientras los andinos las hacen con harina de trigo y los del centro simplemente las realizan a la plancha con múltiples rellenos.
El auge de la industria petrolera en Venezuela en los años 60’s permitió la tecnificación en la preparación de las arepas. Fue Empresas Polar quien convirtió este plato artesanal, hecho en los hogares en pilones de maíz, en una harina precocida industrial que se podía manipular fácilmente y transportar a cualquier lugar.
Las arepas tomaron un segundo aire en Venezuela con la harina P.A.N. que caló en las estanterías nacionales convirtiéndose “en el P.A.N. nuestro de cada día” como rezaba el slogan de la marca de Empresas Polar.
Las areperas se instalaron en todo el país, locales donde las arepas eran protagonistas y en las que el cliente podía escoger diferentes tipos de guisos a su gusto. Desayunos, almuerzos, cenas no importaba la hora, siempre era una buena opción una arepa.
Esta tradición se mantuvo por décadas hasta la actualidad. Aunque la cocina de derroche de los años 60´s hasta los 80´s ya no existe, las arepas forman parte de la dieta del venezolano aún en la peor crisis de la historia de Venezuela.
Solo en 2017 la pésima administración de la revolución bolivariana al frente del país logró una inflación de más del 536% según datos que entregó la Asamblea Nacional (octubre 2017) hasta que fueron depuestos y cambiados por oficialistas (Asamblea Constituyente).
Inflación que además ha ido en crecimiento desde 1999 y que ahora sume al país en una pobreza del 82% (9,6 millones de venezolanos según la Encuesta sobre Condiciones de Vida en Venezuela, Encovi), y que ha hecho que más de dos millones de venezolanos hayan emigrado fuera de sus fronteras (según el Diario El país, 13 de agosto de 2017) y causa por la que “los venezolanos se han expandido tanto que están construyendo una nueva geografía. Una geografía que no se ve en el mapa tradicional», comenta el sociólogo Tomás Páez, coordinador de La voz de la diáspora venezolana (Catarata, 2015).
Es así, una diáspora como en la Biblia, como se han diseminado forzosamente los venezolanos por el mundo, y aunque es una triste realidad, la crisis provocó también oportunidad. Y son esos mismos venezolanos que salieron de su país huyendo quienes han llevado como bandera a la arepa, como embajadores gastronómicos del país.
Ya sea para buscar una forma de trabajo en un país desconocido, o simplemente para satisfacer una necesidad, la arepa se ha convertido en la carta de presentación de los venezolanos.
De acuerdo al portal «Locos por las arepas», una página de internet que mapea a las areperas por el mundo, se calculan alrededor de unas 446 areperas diseminadas por 46 países en todo el mundo, de acuerdo con Ana Pisani, una venezolana que emigró hace 6 años a la capital argentina y es cofundadora de esta web.
Hace 20 años era impensable ver una arepera fuera de Venezuela y actualmente por la emigración no solo ciudades emblemáticas de la movilización venezolana como Bogotá, Miami, Madrid, Panamá, Santiago de Chile, Lima o Buenos Aires tienen areperas, sino también lugares como Tokio, Ciudad del Cabo, Taiwán o Abu Dabi.
La tendencia por las areperas revoluciona el mundo en locales, puestos de calle y hasta food trucks en lugares como Sidney, Australia con La Reina food truck, en Cardiff, Gales con The Queen pepeada, The Arepa Republic en Toronto, Canadá, el Caracas Arepa Bar en Nueva York o el White Envelope Arepa Bar del cocinero Federico Tishler en Baltimore.
La expansión de la arepa venezolana se ha dado de forma progresiva pero acelerada. Su alto contenido en vitaminas, carbohidratos y fibras, lo convierten en un alimento completo. “El maíz naturalmente es libre de gluten, una proteína que puede producir reacciones alérgicas o inmunológicas”, indica Klara Senior especialista en manejo de sobrepeso y obesidad del Instituto Esteti-k, con sede en Caracas y Miami (El Universal, febrero 2017).
Son estos beneficios para la salud y la gran versatilidad de su uso, ya sea en su preparación como en la de sus rellenos, lo que permite que sea aceptada en diversas culturas. Se pueden hacer de maíz, de trigo, mezcladas con vegetales o fibras, con rellenos desde pollo, carne, granos, huevo, aguacate, hasta un sinfín de recetas y productos.
Nombres como la pelúa (queso rallado), dominó (caraotas o frijoles negros con queso) y reina pepeada (con ensalada de gallina y aguacate) se propagan más cada día en diferentes rincones del planeta.
Aunado a esto la producción de harina P.A.N. de Empresas Polar se ha expandido a fábricas en Estados Unidos y Colombia lo que ha logrado masificar por todo el mundo la harina de maíz precocida. “En los últimos 3 años hemos estado viendo doble dígito de crecimiento en mercados maduros y hasta triple dígito de crecimiento en otros mercados emergentes”, apuntó la compañía a la BBC Mundo (9 de septiembre de 2017).
Es tanto el auge de la arepa que se proclamó el día internacional de la arepa el 9 de septiembre y se mantiene como una fecha emblemática para la comunidad venezolana, son ellos mismos sin ninguna figura emblemática o protagonista quienes han llevado el preciado alimento por todo el planeta, como Jesús logró que sus apóstoles predicaran por todas las naciones, así los venezolanos han logrado llevar la arepa como el evangelio a cada lugar donde han emigrado.
Son estas razones, la producción en el extranjero, la emigración de más de dos millones de venezolanos, los beneficios del mismo producto, su versatilidad y la proliferación de locales, franquicias, establecimientos y food trucks en diferentes países de los cinco continentes, que ha hecho que la arepa pueda llegar a convertirse en un producto de moda a nivel mundial, así como el ceviche, o el sushi, en la próxima revolución gastronómica.
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Daniel Franco (Máster en comunicación y periodismo gastronómico)
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